Gran Poder: las
historias detrás de
esta gran fiesta
Periodista: Mariana
Vargas Sanjinez
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El colorido y los nuevos pasos
no faltaron en la coreografía |
Brillo, trajes, bandas, encajes,
comida, espectadores y excesos fueron lo que caracterizaron este año a la
entrada del Gran Poder, a las 7:30 en el centro de la ciudad de La Paz se
concentro la primera fraternidad y dio comienzo a la fiesta. Las 63
fraternidades dieron vida a las calles de la ciudad, pero a pesar de las
restricciones los excesos no faltaron y la fiesta termino con muchos borrachos
y varios disturbios.
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| El sándwich de Doña Genoveva |
“Este tipo de fiestas es la mejor
ocasión para vender mis sandwichitos de chorizo, he preparado 300 y espero
venderlos todos” explica Doña Genoveva Alcón, vendedora hace más de 15 años. El
secreto de la venta es decirle a los clientes lo que quieren escuchar: “mamita,
papito, pasa, pasa, está muy rico, si no te gusta, no pagas” de esta manera es
como doña Genoveva vende sus productos a todos los que vienen a ver y a disfrutar
de la entrada del Gran Poder.
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| Los anticuchos con maní |
Los espectadores hacen que la
entrada sea una fiesta y son vitales para las señoras que apartan lugar en la
acera para colocar sus asientos y graderías y así poderlos vender a los que
quieran observar la entrada, los precios son muy variados, dependen de la
ubicación en el recorrido y de lo cerca que quiera uno estar de las
agrupaciones, los precios oscilan desde los 30 hasta los 100 bolivianos. Todo
depende del bolsillo del espectador.
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| La tradicional cerveza 8 Bs. la lata |
A las 11 de la mañana llega a
sentarse a una de las graderías del recorrido el señor Adolfo Rentaría y su
familia, “Yo vengo a ver la cultura que existe en nuestro país, vengo todos los
años y me encanta” comenta Adolfo mientras ve a los bailarines pasar: aplaude,
baila y canta junto con los danzantes. La mayoría de los espectadores
responsables que van con sus familias llegan a las 10:30 y se van a las 16:00
horas. “Después de las cuatro de la tarde la mayoría se dedica a beber y es la
mejor hora para irse, además que hace mucho frío” explica Martha Sáez, esposa
de Adolfo.
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| Un poco de maní para saciar el hambre |
Las bebidas alcohólicas no
faltaron en la entrada del Gran Poder, en cada esquina y por donde quiera que
se veía se podía encontrar a los vendedores, algo que llama la atención es que
muchos de los vendedores eran niños o menores de edad y muchos de los
espectadores que estaban adquiriendo cervezas estaban acompañados de niños y
hasta bebes. “Nosotros controlamos que no haya disturbios entre los
espectadores y que respeten a los bailarines, pero del expendio de bebidas
alcohólicas se encarga otro grupo” explica Antonino Fernández, Guardia
Municipal de La Paz.
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| La venta de bebidas alcohólicas no estaba restringida |
10:00 | Publicado por
noticlick |
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